domingo, 18 de enero de 2015

Desde la playa



" Pasan las calandrias
bajo un cielo de marfil
y la luz del día
se estremece con su añil.
El cielo refleja
la tristeza que hay en mí,
un espejo ingrato
de lo que sucede aquí.

¿Dónde estará
nuestra ilusión?
¿Dónde estará
nuestra canción?


Esta gente crédula
se agobia una vez más:
han soñado tanto
que no saben qué soñar.
Y yo estoy
llorando al borde del mar.
Y yo estoy
llorando al borde del mar.

La TV resalta
la necesidad moral
y el que cuenta el cuento
tiene cara de amoral.
La razón se angustia,
se han montado a la verdad.
Vuelo con los niños
que otra vez cruzan el mar.

Diez jóvenes mueren
en un barrio marginal.
Llueven hipodérmicas
para poder soñar.
Y yo estoy
llorando al borde del mar.
Y yo estoy
llorando al borde del mar.

Ya no hay más palabras,
queda poco por hablar;
el invierno arrecia
y no hay más nada que quemar.
Alguien canta un tema
por Mandela en buen inglés
y yo trato en vano
de encontrar algo de fe.

Pongo lo que tengo
para dar algo de sol,
pero siento el alma
como un cielo de cartón.
Y yo estoy
llorando al borde del mar.
Y yo estoy
llorando al borde del mar."



Victor Heredia

Vieja estación de pueblo



"Recoge tus cosas y largo de aquí
en nombre de Cristo no quieras seguir.
Si nadie me acepta, pues bien yo me iré,
estoy esperando que llegue mi tren.

Si tu eres mi dama jamás lo sabré.
Si yo no te río, pues bien matame,
recógete el pelo, ven a la estación
si no me acompañas, puedes decirme adiós.

Pueden venir cuantos quieran,
que serán tratados bien.
Los que estén en el camino,
bienvenidos al tren!

Si vendo mi alma, quién la comprará?
si compro tu tiempo, nunca mía serás.
Por eso es que vago, y ésa es la verdad,
si miento un poquito ya me perdonarás."

Charly García